Cuando la negligencia y apatía roen el corazón de un pueblo y las colectividades que dirigen la nave de su administración no dan señales de vida, y viven como un pueblo en que no circula sangre, la rutina no puede desterrarse del encasillado de todo resabio tradicional.

Apliquemos todos los sentidos a la observación que apenas nace se convierte en actividad, fuerza, que alienta a la esperanza, que actúa en los senos de la industria, de la ciencia... y notaremos como el pensamiento trata de buscar la innovación, los resortes de vida nueva, llena de brios, energías, y luego veremos como la acción trata de dar su primer paso, su primer gesto hasta conducirnos a la cima del florecimiento.

Los pueblos no mejoran sinó mediante aplicaciones prácticas, mediante la experimentación en el terreno de los hechos.

Y si dirigimos los ojos a los soles del progreso, a la producción de nuestras tierras, a la inagotable fuente de riqueza de nuestra ría, notamos que nuestro desvío, nuestra indiferencia penetra en el seno de nuestro terrón.

Y bien, si la cultura de un pueblo puede medirse con el cartabón de sus sentimientos generosos y patrióticos, Bueu debe de poner de relieve todo su valor y arrogancias. Y hablamos así no solo en el cumplimiento de nuestro deber, sino por que alguien nos trajo una nueva que debe ser atendida con mucho celo.

Vamos al corazón del asunto.

El pueblo de Cangas (o por lo menos las personas de más significación de la vecina villa) deseoso de dar una nota de actividad y de energías, propónese, según rumores llegados a nuestro poder, en virtud del abandono que nota en este pueblo y Beluso con lo que se relaciona con la construcción del primer trozo de la nueva carretera que va desde este pueblo a Beluso, gestionar por todos los medios hábiles la apertura de la carretera, dando comienzo en la villa de Cangas, y si no distamos mucho de la veracidad de esta noticia, que se viene gestionando algo en este sentido a fin de darle vida práctica.

Bajo este punto de vista no tendría explicación el retraimiento de nuestra actividad sobre una mejora que afecta tan directamente a este pueblo y Beluso.

¿Presagiamos acaso algun desastre industrial, mercantíl con la construcción de la nueva carretera? Creemos que no.

¿No significa la nueva carretera estar en íntimo contacto con las aldeas de Beluso y otros lugares?

¿Quien no adivina lo que tienen que ser Bueu y Beluso el día en que esten unidos por carretera?

Tener la nueva carretera es abrir un mercado seguro para todos los productos de esta comarca, mejorar las condiciones del arrastre y convertir, en fin, para decirlo todo en una sola frase, una comarca atrasada, estrechada contra sus terrones, arrinconada, sin vida comercial asequible, en región modernizada, útil para la producción del suelo y las riquezas de nuestro mar. Las industrias tomarán nuevos asientos sobre la vía que dará facilidad a sus operaciones y acaso se harán en gran escala las transaciones a que dan origen las industrias derivadas de la pesca, donde va a haber nueva vida de relaciones, de tráfico, de comunicación,...

Y claro esta que dicho esto se comprenderá que no escribinos sinó por que en lo íntimo de nuestra conciencia, vive la fe de que la nueva carretera es un negocio y un progreso que de ningún modo deben ser despreciados.

Este es nuestro interés y acaso también el de Bueu y Beluso.

Y ahora excitamos el celo de nuestra Corporación municipal sobre este asunto que no debe abandonar sino cogerlo con cariño y estímulo.

Ha llegado el momento en que nuestros ediles deben ser fiel reflejo de los deseos de la mayor parte de los vecinos de Bueu y Beluso.

Es tiempo que nuestro Ayuntamiento se ponga hacer una campaña árdua en pos de esta importante mejora.

Urge que se lleve al seno de nuestra Corporación municipal este asunto de vital interés.

Invitamos al Concejo que convoque a una reunión a la mayor parte de las personas de alguna valía de este distrito, a fin de poner en actividad la pronta apertura del primer trozo de la carretera.

Así demostraría nuestro municipio que la apatía no tiene impenetrables corazas.

Todos sabemos lo que son intereses personales; nadie ignora que la propia conveniencia se manifiesta en casi todos los actos sociales; pero en este asunto se encierra la vida de un distrito, debemos entablar no la comidilla de personalismos, sino la lucha entre razón y razón.

¿Pero que : el interés personal tiene que estar reñido con el patriotismo local, con los intereses del pueblo?

¿Qué intereses nos mueve defender con empeño la nueva carretera? El grande del amor al pueblo en que vivimos; el que tenemos por todo lo que signifique engrandecimiento, progreso, evolución hacia el mejoramiento, modernización de este rincón de Galicia.

Y ahora pensamos que si la demora de la construcción del primer trozo de la carretera es originado por las protestas que presentaron cuatro o cinco señorescontra la tasación pericial del Estado, aconsejamos a esos señores que, dando una prueba de generosidad, desistan, retiren sus protestas a fin de que se realice la apertura de la carretera, pues creemos que en ello no llevan la miseria a sus hogares. Al lado del agraciado -si perjuicio existe- están otras fincas, otros terrenos que aumentarán de valor, que duplicarán la riqueza de una parte de este distrito.

¿Vamos a dejar de mejorar de fortuna porque no le acomode a nuestro vecino, porque este tenga personal interés en no conformarse con la tasación pericial del Estado?

Por interés personal lo mismo que por interés público, debemos querer todos que se haga la carretera.

Todos debemos desear vivamente la nueva carretera, por que vamos a lucrarnos de ésta así que aumente el valor del solar que tenemos en la vía.

Intereses dignos de censura serán los de quienes teniendo conocimiento del rumbo que va tomando la construcción de la nueva carretera, sigan impertérritos en sus protestas contra la tasación del perito del Estado, si esto es causa, como dicen, de la demora de la construcción del primer trozo.

Y ahora creemos que la ambición personal, cuando no empleó sus arrestros en perjuicio de nadie, ha sido siempre el factor más importante del progreso de los pueblos.

Y por último: ¿no sentiríamos nuestra cara cubierta de rubor si ya una vez tasados los terrenos del primer trozo que va hasta Beluso, quedase la realización de esta obra sin vida práctica, por culpa, acaso, de nuestra negligencia?.

¿Qué piensa sobre esto nuestro Ayuntamiento?

¿Seguimos recibiendo los azotes de la apatía, por falta de iniciación, de energía, por la indiferencia de nuestro concejo?

¿Consentirá siempre y siempre el pueblo que se le mire con marcado desdén?

¿No causará intensos escalofríos en el organismo de la personas de más significación de Bueu y Beluso, que nuestro municipio siga como un cuerpo inerte ante una obra que puede en pos de si incalculable número de bienes para este distrito.

Estamos dispuesto a hablar muy alto sobre este asunto, a ver con interés el rumbo de nuestro concejo ante esta importante mejora.

Insistimos en que el Ayuntamiento debe reunir a los elementos de poca o mucha significación y cambiar impresiones, unirse para la demanda de una obra que conviene a todos en general.

Y nada mas por hoy.

Soneto que continúa na outra páxina. Dedicado ó meste D. Ramón Bares Fariña.

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