Y en verdad, desde que el gallego por mediación del gran Murguía llegó a conocer específicamente el carácter propio de los habitadores de la terriña, sus orígenes, transformaciones del solar entre los diversos pueblos que en él vivieron, las luchas que se originaron, la organización de las castas en que el pueblo se dividió; su mayor o menor intervención en el Poder público; el gallego estudió sus necesidades e intereses; se lamentó con frases amargas de los tormentos e injurias que le infirieron los gobernantes; comparó en sus tristes éxodos la cultura y civilización de la región que abandonaba con la de otros países amantes de la instrucción de la justicia y del progreso, en verdad, os digo, que cada cerebro, que cada corazón que percibía y sentía lo que, someramente indicamos, convertíase ya en un agitador de las conciencias de las personas del reducido círculo que frecuentaba; ya en un publicista que sondeaba los males que su indagación le formulaba y proponía los remedios adecuados, ora en un artista que con notas impregnadas del sentimiento más profundo y con exquisita técnica revelaba a sus oyentes y lectores el hondo sufrir, la melancolía propia del ser que gime y llora bajo el peso de multitud de causas que no le permiten su exaltación al estado honroso que merece y percibe como asequible y digno de su condición.

Desde aquellos años en que con benedictina paciencia el Sr. Murguía acopiaba los datos para el monumento en donde se condensan y habrán de condensarse, no solo la narración escueta de hechos y sucedidos, sino también el estudio meditado, concienzudo, documentado de tantos y tantos problemas que agitaron y agitan a la antigua Suevia; desde entonces, son cientos, son legión, los publicistas, los poetas, los músicos, los periodistas y escritores de monografías y detalles de nuestra vida regional que han acrecentado el acerbo común y el patrimonio de nuestras glorias; que han conducido más allá, y más allá el estandarte donde se mantiene cubierto el honor, la cultura y el patriotismo de Galicia. No pueden citarse nombres, pues que no habría espacio para tanto. ¡Loor a todos ellos!

Y DON JUAN TENORIO

¡Día de difuntos! La campana con su lúgubre tañido háceme recordar la ausencia eterna de los que han sido; sus vibraciones son tristes acentos semejantes al estertor del moribundo y presagian algo siniestro.

La melancolía se apodera de mi abatido espíritu que ansia romper las paredes que lo aprisionan. Salgo a la calle y corro tras la muchedumbre vocinglera que se dirige a la sagrada mansión en donde reposan tantos seres queridos que se fueron.

Es la tradicional y piadosa visita al cementerio que ofrecía magestuoso aspecto. Luces y flores cubrían algunas sepulturas. Destacándose solitaria la cruz redentora y augusta que la piedad de los visitantes dejaba sin exornar.

A mis labios asoma una plegaria que dedico a todos los que se han ido.

Miro a mí alrededor y me encuentro: de un lado los vivos, que van allí como pudieran ir a otro lado cualquiera; no los lleva al sagrado recinto ningún piadoso fin, sino la murmuración y el curioseo. Los cenotafios tampoco invitan a la meditación y al recogimiento, y los epitafios no recuerdan la amarga pena a los que quedan, sino las vanidades mundanales; en ellos campea en amigable consorcio la vanidad y la hipocresía. Vanitas vanitatum. Aquí del clásico:

"El lujo, la vanidad,
el poder y la riqueza,
el fausto, pompa y grandeza
¿son acaso una verdad?

Con el ánimo asqueado salgo de la sagrada mansión. El torbellino me arrastra y por él me deja conducir mi abulia ¿a dónde voy? Lo ignoro, y sin darme cuenta penetro en confuso tropel en el santuario de la farsa a admirar las proezas del Don Juan de la leyenda.

No acierto a explicar por que en el día de hoy, que debiera de ser de meditación y recogimiento, de tristeza infinita, se imponga la tradicional farándula y en el tablado de la farsa sobreviva la yerta y arcaica figura de Don Juan. Día obligado para remorar las andanzas del pícaro y vicioso, cuyo recuerdo palpita en los juveniles pechos de pálidas doncellas que ansían el acariciante susurro de su meliflua y tentadora voz. El escalofriante deseo de poseída no lo merece el Don Juan de Zorrilla, si más conocido, no menos bellaco que inspira repugnancia y aversión grandísima magüer lo bien trovado por el excelso poeta...

Egoísta, calculador, el mal no le sorprende en la resbaladiza pendiente que le conduce fatalmente hacia el pecado y llega hasta el crimen que ejecuta deliberadamente con la conciencia calculadora de su nefasto proceder.

¿Merece ese Don Juan honores de su periódica exhibición y el febril deseo de pudibunda doncella?

Más adocenado es el Don Juan que el gran Moliére creó lleno de vicios y para quien la verdad era un mito.

Abyecto el de Antonio de Zamora, cuyo Don Juan encarnado en un villano y farsante y cuya diestra habituada a manejar la faca, pero nunca la enaltecida espada, victoriosa en justas y torneos.

Otro Don Juan fementido nos ofrece Dumas, el genial novelista transpirenaico, pues aunque adornado por el aureo metal de que está repleto, no por eso deja de ser asaz vulgar y miserable.

Jorge Byron el coloso poeta de la poderosa Albión, en sus cantos y endechas dio vida a otro Don Juan malandrín, en inimitable poema; y nuestro gran Espronceda, el insuperable y divino poeta, hizo discurrir por las encrucijadas de la vetusta Salamanca otro Don Juan, creación de su númen genial, por nadie superado.

Y por último, el sabio Tirso de Molina, preclaro ingenio de la edad de oro de nuestra literatura, que se desarrolló entre las paredes de conventual mansión, nos dio a conocer otro Don Juan, el de la leyenda, el más humano y el más verídico, pero poco conocido, aunque es el más genuinamente español; demasiado creyente, amante quizá en exceso de su propia persona pero valiente sin arrogancias, exento de ruindades y siempre caballeroso.

Luego de exhumar el recuerdo del truhán, del calavera que al decir de la leyenda simboliza el carácter frívolo del español de pasadas centurias que tenía "por fueros sus bríos y por programáticas su voluntas", memoremos la fiesta de los muertos, con sus recuerdos desconsoladores, que evoca la triste actualidad, dedicándoles el homenaje del respeto y la piadosa oración que expontánea brota de nuestros labios.

P.P.T.

NUESTRO PATRÓN SAN MARTIN

Reseñar las fiestas patronales de nuestro señor San Martín y San Roque es repetir lo de todos los años; frías y deslucidas con el aditamento esta vez de algunas granizadas que hacían el efecto de los fuegos de artificio adquiridos por la simpática comisión de fiestas... para nuestro solaz.

Tocó la música dianas, recorriendo las calles, y por la tarde en el atrio el día de San Martín, y en la plaza el día de San Roque.

Fueron muy solemnes las funciones de iglesia, disparáronse bastantes fuegos y eleváronse algunos globos, y no hubo más.

Comiose en algunas casas el clásico arroz con leche y en la del amigo Ventura hízolo el respetable jefe político del Morrazo y presidente de la Diputación, nuestro querido amigo D. Antonio Pazos, acompañándole entre otros amigos D. Clemente Lago, D. Rogelio Val, D. Luís Bolibar, D. Dámaso Egozcue, el Sr. Calviño, de Ardán y otro señor D. Francisco creemos que del mismo lugar.

Más tarde estuvieron a saludar a D. Antonio muchos amigos, recordando entre ellos a D. Ignacio Lis, D. Higinio Pérez, D. Salvador Freijedo, D. Manuel Vidal, D. Laureano Nores, D. Tomás Bolibar, don Manuel Riobó, D. Antonio Davila Davila, D. José Cerqueiro y D. Gaspar Massó y García.

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En el Liceo-Casino celebrose un brillantísimo concierto y baile que resulto verdaderamente expléndido uniéndose a la gentileza de las señoritas y distinguidas damas que concurrieron la hermosura del salón que después de las reformas quedó encantador.

Cantó Mercadillo de modo insuperable un trozo de "La Tempestad" y una aria en italiano magistral, pero sobre todo en las canciones gallegas que perfiló y detalló con su inimitable mímica y gracia, estuvo colosal, arrebatando a la selecta concurrencia que la aplaudió entusiasta.

El cuarteto hizo filigranas y el amigo Puga, el gran violinista, como siempre trabajador, incansable, hacía hablar el violín con su alma de artista.

Hace tiempo que no recordamos un lleno tan grande en las fiestas que da la distinguida sociedad.

La señora de D. Francisco Garrido, de D. Perfecto García, de Paz, de Cerviño, de Durán, de Tomé. La señora viuda de Carrillo, la Sra. De D. Clemente Lago, la de D. Higinio Pérez, la de Egozcue, la de Gaggero, la de D. Francisco Domínguez, la señora del encargado de la fábrica de D. Darío Lameiro y su hermana, la señora de Agulla (D. Constante) doña _Avelina Domenech y sentiríamos algún olvido.

Señoritas de Davila y Carballal, de Riobó y Bustelo, de Domínguez Ferradas, Caeiro y otra amiguita, cuyo nombre no recordamos; señorita de Cao-Cordido, de García Santaclara, de García Castro, de Taboada, de Carrillo, de Gaggero y de Fernández.

Con esta larga lista, que creemos completa, y la larguísima que podíamos hacer con la de señores que concurrieron, no podrá tachársenos de exagerados al decir que la fiesta fue soberbia.

A las muchas felicitaciones que recibió la Junta por su acierto, unimos las nuestras sincerísimas, que bien lo merecen.

LAS ELECCIONES

Por el artículo 29 han sido proclamados por Bueu, D. José López Miranda, D. Manuel Lafuente Cabaleiro y D. Manuel Reboiras Figueiras.

Por Beluso, D. Camilo Davila y Davila, D. Anselmo Martínez y Don Narciso Galup.

Por Cela, D. José Rodríguez, Don Benito Fazanes Vilas y el Señor Amoedo.

A los nuevos concejales, todos personas muy estimadas y con simpatías en el vecindario, damos la enhorabuena deseándoles fortuna en su labor, que esperamos sea fructífera para el pueblo.

INSISTIENDO

En otro lugar de este número damos cuenta del anuncio de apertura de las clases nocturnas de adultos en la escuela pública cómo ya anunciamos en el número anterior y á propósito de ello nos ocurre preguntar: ¿En que quedó aquello de la memoria presentada por nuestro Maestro público a la Junta local? Ha procurado ésta o el Ayuntamiento subsanar los gravísimos defectos que en la misma se señalaban? ¿O es que los asuntos de enseñanza no merecen más atención que la glacial indiferencia con que se acostumbran a mirar en esta bendita tierra?

Convencidos como estamos de que el único lema redentor de este desgraciado pueblo es "Educación e Instrucción" estamos dispuestos a librar batallas tan rudas como sea menester a fin de barrer de nuestro querido Bueu esa mancha negra llamada analfabetismo en la seguridad de que el día que eso suceda cambiará el ambiente aquí predominante.

Sirva esto de aviso y, ahora, tiene la palabra quien deba contestar.

Entre amigos

¡Adiós, D. Raimundo!
-¡Caramba, Alfonsito!
estás hecho un pollo
como no se ha visto.
-Pues, tú, si no mienten
mis ojos, chiquillo,
te has vuelto joven
estás más pulido.
-No digas sandeces
no mientas, amigo,
los años me pasan
y ya no resisto
los teje manejos
de mis convecinos.
Me hicieron antaño
(y es flaco servicio)
guardián y conserje
del nuevo Casino
que hay en mi pueblo,
y estoy intranquilo...
ni duermo ni como...
¡Me pesa el oficio!
todo son insidias,
todos me arman líos,
enemigos dentro
y fuera enemigos.
Estoy ya cansado,
solo en ti confío
que me des consuelo
para este suplicio
y he venido a verte
buscando un alivio.
Si tu no me ayudas
¡adiós, mi cariño!
-¡No temas Raimundo,
que yo soy tu amigo!
-¿De veras? Yo siempre
así lo he creído...
Pero si no cuento
con tu lenitivo
renuncio mi puesto...
-¿Estás en tu juicio?
¿Qué dices, Raimundo?
¿Estás ya aburrido?
¡No hay cosa en el pueblo
mejor que tu oficio!
Tú bebes, tú comes,
tú vistes de limpio
y a ti no te cuesta
ni un perro chico.
Yo estoy en la calle
no tengo ni abrigo
y luego mi hembra
sale a año por niño
así es que mi casa
parece un hospicio...
Por eso mi hacienda...
-No sigas, me explico.
Ties hambre, ¿no es cierto?
Pues vente conmigo
que hoy tengo dispuesto
me sirvan cocido
y vino champagne
¡Lo paga el Casino!

EL INCÓGNITO MISTERIOSO.

REVISTA DE TRIBUNALES

El día 7 del actual se celebraron en la sala de la audiencia de esta Juzgado dos juicios civiles y dos de faltas. El primero promovido por Manuel Otero contra Jesusa Caíño y su hijo Jeremías Sánchez Caíño sobre reclamación de una saca de maíz de treinta y seis kilos que los demandados llevaron del depósito que tienen establecido en la casa de don Serafín Corral para el molino que tienen en arriendo con el objeto de devolverlo a los dos o tres días hechos harina, pero como transcurrieran diez y ocho y no apareciera ni el Jeremías, ni la saca, el actor hace la oportuna reclamación ante el tribunal municipal, contestando los demandados que les extrañaba el contenido de la demanda inicial, una vez que ellos no se habían hecho cargo de la tal saca de maíz ni nada sabían de ella; en vista de esta negativa tan franca y fresca, se suspende el juicio para prueba.

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El otro juicio civil es promovido por José María da Silva contra su paisano Alfredo Alfonso, maestro albañil, en reclamación de unas pesetas que dice le pertenecen por sus salarios devengados como operario de aquel pero tenemos las de que el demandado Alfredo es menor de edad y aunque la ley dice que a todo demandante incumbe hacer la más clara designación de la personalidad demandada, lo cierto es que nada dice sobre este extremo en su demanda el actor y por tal causa se suspende el juicio para el martes 18 del actual.

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Otro juicio de faltas promovido por el simpático y acaudaladísimo vecino de esta villa, D. Antonio Nores, contra cuatro niños de la vecina parroquia de Beluso, por hurto de unas castañas que apañaron en el suelo debajo de los castaños que el Nores tiene en su finca de Ouril. El defensor de los niños solicita del tribunal, que dada la menor edad de sus defendidos, se nombre peritos para averiguar si obraron con discernimiento. Así lo acuerda el tribunal y el señor Fiscal, y se suspende el juicio para el 18 próximo.

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El otro juicio de faltas fue sobre injurias promovido por Rosa Carballo Graña contra Ramona Barreiro; examinada la prueba queda el juicio para sentencia.

En estos juicios hubo algunos incidentes de los que haré mención en el número próximo no haciéndolo ahora por falta de tiempo.

Novedades.

DE FILATELIA

Todos los que han coleccionado sellos, deben haber notado y seguramente les habrá llamado la atención, la ausencia de retratos de Soberanos en Turquía. Esta ausencia de imágenes humanas es debida a que los mahometanos no pueden retratarse según las leyes del Corán. Por eso los sellos turcos llevan la media luna, emblema de la raza. También emplean unos signos arbitrarios y complicados que se supone la firma del Sultán.

Los sellos egipcios y griegos son muy notables porque constituyen un verdadero álbum de la historia de los países que representan. Las pirámides, la mística, la Esfinge, las palmeras destacándose sobre el firmamento vespertino, una caravana de camellos deteniéndose para beber las aguas del Nilo, todo recuerda los comienzos de la historia de Egipto, madre de la civilización.

Los hermosos sellos de la artística Grecia, patria de la belleza, donde han encontrado sus mejores inspiraciones los escultores y los arquitectos, nos dan las puras líneas clásicas de los famosos jugadores de disco y de Hermes, el de alados pies; reproducen antiguos vasos o nos dan una escena de las carreras de carros.

En los sellos de Persia aparecen el león y el Sol, el primero como símbolo de poder, y el segundo como emblema de los antiguos persas, adoradores del fuego.

Corea ostenta en sus sellos la flor del círculo, la regia flor de la última dinastía que reinó por espacio de quinientos años, hasta que acabaron con ella los japoneses.

Triste recuerdo

El 16 de Octubre se ha cumplido el cuarto aniversario del fallecimiento de nuestro buen amigo don Antonio Lea Montesinos, secretario que fue de este Ayuntamiento.

Su bondad, su carácter afable, cariñoso y sincero, habianle granjeado las generales simpatías, siendo su muerte sentidísima.

Hoy, al dedicarle estas líneas como efímero recuerdo, seguimos llorando la pérdida de tan buen amigo, cuyas hermosas cualidades no se borran ni olvidan a pesar del tiempo transcurrido.

CURIOSIDADES

Entre las preseas cogidas al rey moro El Miramamolín por las huestes de Alfonso VIII en la batalla de las Navas figuraba una arqueta de oro repujado, con piedras preciosas incrustadas.

El valor intrínseco de la citada arqueta corría pareja con el artístico, pues en ella llevaban los moros guardado el libro del Corán.

Esta joya debe custodiarse, si no ha desaparecido, en las Huelgas de Burgos dentro del Sagrario, pues, purificada en tiempos remotos, fue convertida en arqueta destinada a contener reliquias.

En la Exposición Hispanoamericana que se verificó en Madrid en 1902 figuró tan valiosa joya; pero es el caso que recientemente se verificó en Burgos otra Exposición, y, habiendo figurado muchos objetos de las huelgas, la arqueta no estuvo expuesta en el concurso citado.

Posteriormente, una revista carmelitana hacía mención de la joya advirtiendo que desapareció de España cuando la invasión francesa.

¿No sería conveniente averiguar qué invasión es ésta, posterior, seguramente a 1902?

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Hasta hace poco tiempo existió en la capital de la Gran Bretaña, una sociedad, que como la mayoría de las cosas inglesas, era rara y extravagante, aunque al mismo tiempo encerraba en su fondo un fin práctico.

Tenía por fin dicha entidad combatir y ridiculizar toda clase de supersticiones.

He aquí varias notas de su programa que comprueban el menosprecio que sentían hacia la superstición: componían la sociedad trece individuos; cenaban juntos los viernes trece; vertían los saleros; vertían aceite; vertían tinta; tenían los paraguas abiertos en el comedor; bebían con una luz en la mano; daban vueltas a las sillas; rompían espejos; cruzaban los cuchillos; tenían tres velas encendidas durante la cena; ponían el pan con la corteza de abajo hacia arriba; pronunciaban toda clase de palabras de mal agüero, y en fin hacían todas cuantas cosas representan desgracia o infortunio para la gente supersticiosa.

Vivieron varios años con toda clase de escenas, y ya cansados de demostrar a los supersticiosos la ridícula farsa de sus creencias, cerraron el club después de varios años de existencia, sin que a ninguno de sus trece miembros, le haya ocurrido nada anormal, que no fuera motivado por las vicisitudes a que estamos sujetos todos los mortales y que Dios nos envía como producto de nuestras maldades; pero sin que influyan para nada los agüeros, hechicerías o cosas supersticiosas de cierta gente ignorante y estúpida.

NOTICIAS

El amigo Cerviño nos ruega hagamos constar que él no se negó al pago de arbitrios ni se niega nunca a cumplir sus deberes sino que, ocupado en despachar a su clientela, no podía atender al arrendatario cuando se presentó en su comercio.

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Ha salido para la Argentina nuestro suscriptor el conocido maestro sastre D. Antolín Otero. También regresó a la Argentina el hermano de nuestro amigo y suscriptor D. Manuel Vidal, después de breve estancia en esta.

Feliz viaje les deseamos.

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Ha dado a luz en Vigo una hermosa niña la señora de nuestro distinguido amigo D. Juan Tapias Puig, al que enviamos nuestra enhorabuena.

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Ha fallecido en Pontevedra el padre político del comandante del puesto de Carabineros de esta villa.

Nuestro sentido pésame.

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Regresó de la Argentina nuestro amigo D. José Lago Estévez.

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En el editorial de hoy comenzamos la publicación de un notable artículo debido a la pluma de galano escritor y distinguido suscriptor.

Por su mucha extensión, tuvimos que dividirle para publicarlo en varios números.

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Regresó a Pontevedra la familia de D. Joaquín Pimentel y para Vigo la de D. Eligio Prieto.

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Por la falta de espacio dejamos de publicar en el número anterior el hermoso artículo "La conmemoración de los difuntos y don Juan Tenorio, que pueden saborear hoy nuestros lectores.

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Está haciendo muy mal tiempo con tempestades y lluvias. El invierno se presenta con hosco cariz.

ANUNCIO

Desde primeros de Noviembre darán principio las clases nocturnas de adultos en la escuela pública de niños de esta villa.

Todos los mayores de 12 años que deseen recibir las enseñanzas de la misma, pueden solicitar del profesor su inscripción como alumnos.

Bueu 20 de Octubre de 1913.

El Profesor, Higinio Pérez