El domingo de Pascua es de alegría, satisfacción y fiesta grande de sacar el palio y todos lo mejores periódicos y relucientes galas para asistir a la misa de Resurrección.

El orbe cristiano celebra con inusitado esplendor esta fiesta, después de asistir contrito y piadoso a los cultos que rememoran la cruenta pasión y muerte afrentosa del Redentor.

Y es cosa de pararse a pensar; el humilde, el justo, el manso Cordero, fue traicionado y lleno de vilipendio, inmolado por la rugiente vorágine de los malvados.

En la historia de Jesús que tantas enseñanzas encierran, podrían aprender mucho, - si quisieran. – los fariseos de todas las épocas, pero Jesús, sacrificado una vez, lo sería ciento, porque la humanidad perversa, tiene mal de origen y es completamente imposible que se modifique a no ser que la fundan.

¡Cualquiera se fía de los soldados hipócritas, de los que hay que huir como de la peste!.

Pero no es hoy día de conjeturas y circunloquios, sino de alegre satisfacción en las familias y no hemos de ser nosotros, los que con nuestros sermones, les quitemos el apetito para comerse el cordero y las tortas de huevo y pan pintado, que todo es, e ainda mais, se estila.

Ponemos pues, un sello a nuestros labios, para cantar mas tarde un himno a la resurrección gloriosa, después de pasado el triste calvario de la pasión infame, Dios lo quiere, sufrir la persecución, para entrar luego triunfantes en la Jerusalén libertada.                                                                         D.

EL BESO DE JUDAS

Uno de los hechos más infames de la Pasión, ha sido sin duda la entrega del Maestro por Judas Iscariote, que pasó a la historia con el vilipendioso remolquete de traidor.

Y esa acción indigna, reprobable, airentosa, de un discípulo que busca el símbolo más bello del amor – para traicionar, al Salvador, indícanos que entre los hombres de hoy, que no son apóstoles, ni justos, ni santos, la mala raza no ha terminado y no tiene nada de particular que en cada esquina salga un traidor. ¡¡Maldición para ellos!!.                                             J.D.

DEL PADRE DE FAMILIA

Bajo este epígrafe puede darse a todo hombre honrado los siguientes preceptos. Procure todo buen padre de familia guardarlos, sino quiere abdicar la dignidad y la alta representación que en ella tiene.

He aquí el decálogo:

1. Constituirás una familia con amor, la sostendrás con tu trabajo y la regirás con bondadosa energía.
2. Serás prudente en los negocios, prodigo en las enseñanzas, celoso en mantener la autoridad materna, tardío en tus palabras pero irrevocable en tus decisiones.
3. Tendrás siempre para tu esposa inacabable apoyo moral, buscando en ella consuelos, sin desoír sus consejos.
4. Destruirás todo error doméstico, toda preocupación en cuento apareciese en el hogar.
5. Tratarás de que exista siempre un superávit en los efectos y en los intereses.
6. Haz que tus hijos vean en ti, cuando niños una fuerza que ampara; cuando adolescentes, una inteligencia que ensueña; cuando hombres, un amigo que aconseja.
7. No cometerás nunca la torpeza de presentar en oposición o lucha el poder paterno con el materno.
8. Haz que tus hijos sepan llevar con virilidad los males de la vida.
9. Estudiarás detenidamente las aptitudes de tu hijo, no le des a comprender que puede ser más que tu, pero ponle silenciosamente en el camino de serlo.
10. .Cuidarás que tu hijo sea tan robusto de cuerpo como sano de inteligencia. Hazlo bueno antes de hacerlos sabio.

Aprovechando la placidez del tiempo primaveral que disfrutamos, iba una de las últimas tardes paseando por los pintorescos alrededores de esta villa acompañado de un chiquillo vivaracho – precioso niño de pocos años- y embelesado escuchaba su charla encantadora y el aluvión de preguntas que de continuo me hacía. Procuraba resolver las dudas que su infantil imaginación le sugería y en animada conversación seguimos un buen rato, hasta que procure encauzarla por los derroteros más interesantes cuales eran hablar un poco de las lecciones estudiadas en la escuela. Con gran complacencia mía iba contestando oportunamente a todo cuanto yo deseaba y las objeciones que me hacia eran prontamente resueltas –el chico indudablemente era listo. Una de las lecciones repasadas fue la Historia Sagrada y que, como todas, fue divinamente relatada. Callóse pronto, y de sopetón hizome la siguiente pregunta: Herodes era muy malo ¿verdad? Y por ser tan malo no dejaría sucesores?. Procuré salir del paso de la mejor manera, pero la pregunta hizo retrotraer a mi imaginación varios recuerdos de los que cotidianamente se observan en el ejercicio de la profesión y que conservo gravados en mi retina como inmensa cinta de cinematógrafo profesional y no puedo menos de darlos a conocer – sino todos que sería tarea incansable, a lo menos algunos- para que sirvan de provechosa enseñanza a nuestras lectoras y se den cuenta de que muchas de las enfermedades que aquejan a los niños podrían evitarse, de no guiarse de una estúpida tradición en forma de consejo de analfabeto y de imposición maternal mal entendida. No tiene en cuenta que no en valde hemos empleado tantos años en estudiar el progreso científico y que no es posible que un incompetente cualquiera pueda meter baza en estas cuestiones que desconocen en absoluto completamente y de conformarse con el dicho del intruso ignorante, o el consejo de la vecina entendida, se tocan pronto las consecuencias y vienen luego las lamentaciones tardías que nos hacen pensar con pena que, si en tiempo remotos hubo un Herodes, en los tiempos que corremos –doloroso era confesarlo – hay mucho Herodes que merecían la pena del talión.

Y si para muestra basta un botón, he aquí algunos ejemplos, que todos los dais se ven, y que son una botonadura completa.

Oiga, D. Fulano. Le he llamado para que veas este chiquitín que hace unos días no me come nada y lo poco que quiero darle lo vomita al momento; a mí me parece que tiene el aire o mal de ojo. No mujer, no; lo que tiene la criatura es simplemente.....entra de lleno en una explicación para demostrar que no es nada de lo que la madre se figura y sale tan satisfecho creyendo hará todo lo ordenado, pero en cuanto se va, dice la buena mamá: estos médicos no saben más que recetar ¡qué medicinas ni medicinas! si para que el boticario engorde. Lo llevaré a la vecina que entiende del aire – pues lo que tiene mi moreno es la mirada que le echó la Fulana – y efectivamente, la vecina entendida le hace unas cuantas salvajadas y, claro está, inútilmente, en vista de los cual se impone llevarlo a mixillón (personaje muy conocido por estas cercanías) que de esto entiende mucho, y el chiquillo lo llevan y lo traen de la ceca a la meca y a consecuencia de esta manera descabellada de tratar lo que en un principio fue un ligero empacho sin importancia y que una dieta razonada le pondría la poco tiempo bien, degenero en una gastro-enteritis que da con el niño en la sepultura.

Luego vienen los llantos y el clamar en vano ¿contra el curandero? No; contra el médico ¡que no le entendió la enfermedad!. La caridad cristiana de aquella mujer hará que no quede zurriburri sin que se entera de ¡¡barbaridad del bruto del médico!! y a donde no pueda llegar, con seguridad, mandará recado.

Míreme este niño que nació hace unos días y se desgañita a llorar, y para callarlo le hemos dado una tacita de chocolate en aceite, que es muy bueno, y si usted viera que bien lo tragaba, le dimos también unas sopitas de vino que chupó admirablemente y hoy no hace mas que vomitar y como es un tragón echó la leche; a mí me parece que tiene un asiento de baba. No, mujer, no, eso es un desatino y así no se cuidan los chicos. No lo crea usted; yo todos los tengo criado de ese modo, ayudándoles, y están muy rollizos (se olvida de los que tiene en el cementerio) desengáñese usted señora eso es una manera barbara de criar chicos y se expone usted, etc. Aquí entra de nuevo en una explicación razonada científica dejando a la familia al parecer convencida y apenas sale se oye a la abuela non lle fagas caso, que entenden eles de rapaces, dalle sopiñas e verás que bó se pon.

Y como estos casos – verídicos todos – pudiera aportar mi practica profesional, centenares.

Que le hablan a las mamás de lo conveniente que es lavar – una vez al día por lo menos – la boca y los ojos, a las criaturitas, con agua ligeramente antiséptica para evitar más tarde otros procesos que necesariamente se le formarán debido a la suciedad y al abandono ¡desatino!.

Las demás los crían así y ellas no son menos y santa rutina en amigable consorcio con la ignorancia sienta sus reales.

Si los ojos y los oídos se le enferman, la panacea universal tan preconizada, será indefectiblemente... la leche ordeñada se una mujer que amamante varón (sí es hembra no es eficaz y él por qué ¡vaya usted a saber!) y precisamente ha de caer en el órgano enfermo. Si la afección radica en la boca ¡ya se sabe ¡!son los dientes¡! Y de ahí nadie los apea y cuando venga el médico y se encuentre con que la dolencia hizo progresos alarmantes, ya se encargara la familia de pregonar: si sana, que fíe el remedio casero, y si muere... que el médico no le entendió la enfermedad.

Mucho más podría y quisiera decir de los tratamientos disparatados que siguen sistemáticamente empleando nuestras mamás, pero me lo veda la falta de espacio y la índole del periódico que no siendo profesional no es él mas adecuado para estas campañas de renacimiento. Gracias a la amabilidad desmedida del Director, que me permite pergeñar estas deslabazadas líneas en obsequio a las lectoras y que si tuvieron paciencia de pasar la vista por encima, verán que mi deseo no es otro que ilustrar a la opinión mostrándoles los desaciertos y los errores manifiestos en que incurren muchas veces las mamás en su afán de criar a sus hijos sin consultar primeramente con los médicos y acatando sus consejos, para que luego lleven la culpa de los desatinos que gentes ayunas de saber y de conciencia las han hecho cometer.

FRAY TUTELA

Anda por ahí de mano en mano hace tiempo una oración completamente reñida con el sentido común y con el sentimiento religioso y prohibida terminantemente por la Iglesia.

Contraria a las mas elementales nociones de la liturgia, no puede haberla escrito ningún sacerdote. Opuesta a la mas pobre dignidad gramatical, no puede haber salido de una persona medianamente culta, y de una pluma burda y tosca: Juzgue el lector.

Oración:

"Señor mío Jesucristo, Dios omnipotente, tened piedad de mí y de todos los pecadores; por vuestra preciosísima sangre os pido os acordéis de mí y de todos los pecadores, por vuestra pasión y muerte ahora y siempre por todos los siglos, amén."

"La persona que rece esta oración nueve días y envíe cada día a una persona distinta, sin firmar el escrito, a los nueve días recibirá una gran alegría."

"Esta oración esta mandada por el señor obispo, recomendando se rece el mismo día que se recibe".

"La hermana Clementina, de Jerusalén, oyó una voz que decía "La persona que rece esta oración se verá libre de todas las calamidades".

"Una señora que no la rezó perdió a sus hijos en tres días"

En los espíritus sencillos estos términos de revelación y de milagro prenden en incendian como fuego en estopa.

Alentar la superstición equivale a alentar la abyección humana. Un corazón sencillo sobre el cual se cierne la esperanza de que rezando "sé vera libre de todas las tribulaciones" o el temor de que si no "perderá a su hijo en tres días" no es para Dios, sino para la angustia. Catequizar así es teológicamente una herejía y socialmente un guiño al código penal.

La herejía esta ya enjuiciada por el señor obispo de Madrid en términos rotundamente plausibles que será bueno señalar a los fieles como un aviso y a los demás prelados como un ejemplo. El Sr. Salvador y Barrera, apenas enterado de la oración, dispuso que en el Boletín del obispado se condenara de este modo:

"Por orden del excelentísimo prelado advertimos que la antedicha mal llamada oración no está aprobada por la autoridad eclesiástica, que se halla plagada de supersticiones y falsedades y que los fieles que la reciban están obligados a romperla, sin hacer caso para nada de los males que anuncia."

Reunida la corporación en sesión ordinaria el día 23 de Febrero con número suficiente de señores concejales y aprobada el acta anterior, se celebro el sorteo de vocales asociados que han de componer la Junta municipal con el Ayuntamiento en el presente año.

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Se acordó realizar reformas en un departamento de la Consistorial para instalar la depositaría municipal y señalar las horas de 11 a 12 para las operaciones de contabilidad de aquel funcionario.

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Conminar con multa a la carnicera por permitirse disponer a su antojo de la llave del matadero, en caso de que reincida.

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En sesión supletoria del 18 del actual acordó la corporación reparar el muro y construir una rampa en la playa, frente a la fábrica de aserrar madera próxima a la fábrica de conservas de D. Juan Tapias.

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Protestar la denuncia de que ha sido objeto el Jefe de Telégrafos de esta villa, y complacida la Corporación de su correcto proceder, telegrafiar al Director General y al Diputado en este sentido.

LA GUEDEJA CORTADA