Por casualidad nos enteramos en la sala capitular de la consistorial, amablemente cedida por el teniente alcalde en funciones, se hallaban reunidos los industriales y comerciantes deliberando sobre la cuestión palpitante del reparto, y allí nos fuimos con varios amigos, por si nos fuera dable enterarnos de lo que allí se debatía.

Entramos, ocupamos un viejo diván el ángulo del salón y ya acomodados, paseamos nuestra mirada por la sala.

A primera vista juzgamos que aquello era un pequeño timo- dicho sea sin ánimo de ofensa- una pequeña reflexión bastónos para aferrarnos a esta idea, y nos consideramos defraudados.

Sabíamos que se habían presentado unas reclamaciones, parecía natural que por lo menos fueran tantos los asistentes¡ y a penas si llegaban a treinta! Y conste que entre ellos había muchos de los que reclamaron, y dispuestos a defenderse contra todos, con uñas y dientes.

Nos pareció aquello un pequeño fracaso, y una sonrisa irónica rozó nuestros labios.

Seguimos nuestro examen, y nuestra mirada tropezó con la de don Emilio Pais, se cruzó un saludo de onda, de telegrafía inalámbrica y vuelta a pensar, ¿ qué hará aquí el amigo Pais?

Mi socio de al lado que oyó mi pregunta contestó... viene a reclamar... que tiene poco... ¡ahí fue mi exclamación y mi respuesta, y por no hacer el cándido no quise decir más, solo si afirmar que me constaba que D. Emilio estaba por generosidad, por proteger al desvalido si otras pretensiones que las de la equidad y justicia.

Esta es una broma de mi socio creo yo, D. Emilio no debe ser protestante, él, depositario de los fondos municipales que sin ser funcionario oficialmente, parece que tiene cierto carácter y el cargo obliga, y el respeto y la atención mutua se impone , protestar contra lo que hace Ayuntamiento , no lo creo... no lo creo

Seguimos mirando y ¡zas! lo hemos topado; allá entre dos butacas y para que no se me escape lo he fijado bien u en mi retina , pero no lo distingo bien claramente; es una figura que se dobla y se e encoge, me parece chico que no atreviéndome a formular juicio pregunto a mi vecino; si, el mismo me contesta y añade : este viene aprotestar porque tiene poco y matricularse en varias clases a fin de doctorarse y subir mucho hasta el tejado ...Otro decía que tal señor lo habla hecho como negocio pues es un comerciantazo y se metiera en el fregado para vender papel sellado!

Reí la ocurrencia que, creí disparate . Y seguimos charlando entre nosotros , ya que ellos no podían entenderse, y nosotros a ellos tampoco

En esto , dibujase en la puerta una figura , cara con barbas que nos mira hace zis-zás, con la cabeza y garabatea un signo que quiere ser saludado; así se lo entendimos y !cambiamos prestos; váse a la otra esquina en un diván destartalado, como el nuestro toma asiento

Volvemos a fijarnos en los asamblearios y al punto , hízose un poco de silencio y surgió en el hemiciclo. b silueta de un amigo y conocido cuyo apellido Torresquesana , es todo un símbolo especie de farmacopea tan necesaria para curar tanto cerebro enfermo .Actuó al parecer . de secretario , leyó renglones cortos especie de conclusión y elección de comisión y aquel cl su acento catalán tan pronunciado lo , hacíamos gracia y pensábamos.

La única fortuna en tanta ojarasca y faramalla está en que tengáis un catalán de talla .

 Y nada más pasó , todos fueron desfilando poco a poco y el salón volvió a quedar desierto sus muebles viejos a excepción de los sillones concejiles. Hacen juego y el antiquísimo reloj que no da horas, de un valor artístico y mérito inestimable , exactamente igual que el cuadro

al óleo de pintor ignorado que dejó en el lienzo para regalo de nuestros ojos aquellas delicadezas, aquellos matices tan finos que denuncian a las claras la mano hábil de pintor experto en el bosquejo de aquel trozo de tierra de Bueu que habla al alma...

y solos ya los cachivaches, habrían dialogado , como tantas veces; aun nos salvamos, por ahora no nos arrinconan, que no hay cuartos, y por las trazas no los habrá nunca, porque estos señores venían a disputarse unas pesetas y tarde sonará la hora de un reloj decente... en el Ayuntamiento.

Lo que ninguno supo explicarnos fue la presencia en aquella reunión mixta, de dos calladas matronas, especie de maceros, sin mazas, ni dalmáticas, viva encarnación de nuestras pequeñeces ¡Por lo gordas... ellas!

En el alero de un tejado
do posarse las palomas suelen,
apareció ¡por fin! Una melena
de fámula infeliz que, descuidada
creyéndose segura y respetada
durmióse a pierna suelta
¡y despertó... pelada!
Hazañas de héroes es
que bien merece
esculpirse en bronces
y que la edad respete.
Mas juro por los manes
de Abdallah el grande
que si es en Marruecos
donde tal ocurre
tuvieran que sentir
los que lo hicieron;
la pena del Talión
sería bien poco
a los que hechizos cortan
y doncellez burlaron...

R                                   

Bueu, febrero 1913.

El baile de Nicomedes o las fatigas de Juan

RÁPIDA

FRAITUTELA

Bueu Febrero 1913