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AÑO I

DIRECTOR:  D.  RICARDO   PORTELA  PAZOS  

NUM.  1

Bueu  11  de  Agosto  de   1912

    
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ÍNDICE DE ARTIGOS E SECCIÓNS

AL PÚBLICO. Nuestra presentación y saludo páx. 1
RÁPIDA páx. 1
COMUNICADO páx. 1-2
INSTANTÁNEA. Las personas decentes páx. 2
DE FIESTA páx. 2
VIAJEROS páx. 2
CUENTOS CORTOS. El cura Comballuzier páx. 2-3
MUNICIPALERÍAS páx. 3
NOTICIAS páx. 3
 

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Al público

Nuestra presentación y saludo

 Al fundar este periódico guía a sus inspiradores una idea del bien; idea generosa de corazones grandes y altruistas, que ven el mundo, como debe verse hoy, con respeto para todos, blancos y colorados en orden a las ideas, pero que no es obstáculo ni puede serlo, á la defensa de los intereses comunes: nuestro objeto es laborar en bien de todos, hacer obra fertil de trabajo constante, mirando siempre al porvenir, procurando sacudir la modorra de los dormidos, estimulando á unos y á otros en pró del bien general.

Sabido es que la prensa es órgano poderoso de opinión; donde existe un periódico, por modesto que él sea, no llean á consumarse atentados que lo mismo puede perjudicar moral que materialmente; hay cierto respeto, y todos tienen como un saludable temor al escándalo y ludibrio público.

Resulta pues, que es el periódico un heno para los que se envalentonan, á modo de válvula de seguridad, para los que tratan de hacer mangas y capirotes de la cosa pública, sin respeto y sin temor, extaviando la opinión, falseando la verdad, burlando la justicia.

Nuestro programa está condensado en una sola palabra, que es el título del periódico; nuestra bandera es el progreso, nuestras ideas de paz y de concordia.

En nuestras columnas recibirán hospitalidad todos los que de buena fé á ellas acudan y quieran contribuir á toda obra de educación y cultura. Admitiremos todo lo que á nuestro juicio lo merezca, sin merma para la decencia y el pudor á la que rendiremos culto y es, á nuestro entender, la piedra angular del edificio social. No tocaremos para nada el sagrado del hogar, el santuario de la conciencia agena.

Defenderemos con entusiasmo de enamorados todo lo que á Bueu afecte, todo lo que á nuestra Galicia toque, todo lo que á nuestra España se refiera.

Fustigaremos sin piedad á sus infames detractores, porque es preciso decir muy alto, y sostener muy fuerte, que somos gallegos y que esta tierra (que nosotros llamamos de bendición) y la cultura de sus hijos, nada tiene que envidiar á ninguna otra.

Para terminar, dirigimos respetuoso saludo al honorable gallego y distinguido hombre público Excelentísimo Sr. D. Eugenio Montero Rios, al insustituible diputado por el distrito Sr. Vincenti y al jefe indiscutible de la policia local y Presidente de la Diputación D. Antonio Pazos, ilustre trinidad de la que tanto espera Bueu para su felicidad. Saludamos también á las autoridades locales y á la prensa regional, no pudiendo dedicar un sentido

recuerdo á La Voz de Bueu, último periódico local que también dejó sentado el pabellón, al dejar de existir.

Saludo cordial al pueblo soberano, que así como esperamos buena acogida, procuraremos hacernos dignos de su aprecio, ya que para nosotros, demócratas de siempre, no existe otro mandatario más que él.

LA REDACCIÓN.

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RAPIDA

El periódico, palanca poderosa de opinión, llamado cuarto poder del estado, transformó nuestras costumbres difundiendo la cultura, llevando á los más remotos lugares todos los conocimientos del saber humano patrimonio antes de los elegidos, de los menos, de los que Diosa Fortuna, había colmado de todos sus dones...

Hoy no es necesario quemarse las cejas, durante laboriosas vigilias, para buscar las verdades, ó las utopías, que los sabios dejaron en sendos mamotretos más o menos voluminosos y empolvados.

Hoy, la hoja volandera, llena un vacío, nutre el espíritu, y nos dá la panacea necesaria, para evitarnos la molestia de andar buscando sabiduría por los arrumbados volúmenes de las bibliotecas...

¡ Bendito sea el periódico que enseñó y democratizó el mundo!....

R.

 

 

 

Comunicado

Sr. Director de El Adelanto.

Muy señor nuestro y de nuestra mayor consideración. Enterados de que un grupo de entusiastas acordó la publicación de un periódico defensor de los intereses morales y materiales del pueblo, nos permitimos alentarles en su excelente idea y rogarle ordene la inserción del adjunto escrito, por lo que le dan las gracias y se reiteran de usted almos atentos, ss. Ss.

q. b. s. m.

Los concejales de la moción.

La Integridad, periódico católico de Tuy, inserta una correspondencia, modelo de educación y elegancia, suscripta por un tal Tiburcio-que deber ser adoquín-en la que en términos altamente descorteses, rebate la moción-protesta de los concejales contra el voto de gracias dado por cuatro señores de la Junta local de primera enseñanza al maestro Sotelo por escribir artículillos en los periódicos.

Tiburcio, que descubre la oreja, llama á los concejales infelices, ridículos é imbéciles, afirmando ser la pasión del odio quien los mueve, y en su desatentado escrito tergiversa las cosas poniéndolas á su gusto, y no como fueron, y termina felicitando á Sotelo, y no lo hace doctoral o cosa así, porque no quiere; que poder debe tenerlo y mucho á juzgar por su soberbia.

Pero vamos por partes. ¿Quien es Tiburcio para inmiscuirse en los asuntos concejiles? Y de hacerlo, ¿para que insulta y provoca? ¿Quien es él para penetrar en las conciencias y hacer suposiciones gratuitas tan ofensivas como esa del odio de los concejales? ¿A caso se figura que los concejales son zapatillas de orillo y puede calzárselas para andar por casa?...

Los concejales no protestaron del acuerdo del tribunal de exámenes, esos fueron después. Los concejales protestaron del voto de gracias que á cuatro señores se les ocurrió dar á Sotelo por emborronar cuartillas, entendiendo ellos,-los concejales-que las gracias á Sotelo hay que dárselas por los trabajos y adelanto, de la escuela que es por lo que se le paga, no por ser periodista,(¡!) chirle.

De ahí nuestra lógica al decir que los demás maestros del distrito, acaso más trabajadores, eran pretendidos por esa Junta.

¿Está claro Sr. Tiburcio y sofista?

A los niños no se les enseña con artículos de periódicos que no digieren ni asimilan, si es que vale la pena de leerlos, y la prueba es que , para vergüenza del maestro, son bien pocos los que van a su escuela, y en cambio la particular está llena, ¡¡el sistema queda acreditado!!

Público fué, porque lo han dicho los interesados, que Sotelo pidió el voto a los señores de la Junta, enseñándoles de pasada, como señuelo, una libreta propia para apuntar la ropa de la lavandera, con recortes de periódicos pegados a ella, conteniendo autobombos, y algunas majaderías repetidas. Esto, de por sí, es una indignidad y constituye un acto inmoral, que ninguna persona recta puede apoyar ni aplaudir, ni felicitar.

Los concejales en su perfecto derecho y enterados de los manejos de Sotelo y de que la Junta local funcionaba ilegalmente, llamaron anticipadamente, en una sesión, la atención del Alcalde, y a pesar de eso el Alcalde sugestionado (¡!) por Sotelo (?) convocó la Junta y se consumó el ilegal atentado.

Le parece poco todo eso a Tiburcio?. Pues aun hay más y es que actualmente el doctor de Riobó está arrepentidísimo de haber dado su voto; el alcalde poco menos; el boticario viejo-le llamaremos así, sin ánimo de ofensa, para distinguir, como dice la gente, la botica nueva de la vieja-lo sostiene para pagar de algún modo ciertas cariñosas trompadas que sus hijos dieron a Sotelo, dicen que muy merecidas.

En cuanto al cura, ¿Quien ignora que indeciso en un principio, al fin se lo dió-el voto-previa confesión y comunión, que todo tiene su valor, y todo se cotiza? ¿Quien no sabe que Sotelo agradecido, y al mismo tiempo para cazar otro voto en los exámenes, ensayó a los niños un himno a la Virgen con marcha real? ...pues esos son todos los méritos del maestro y toda la labor de su tan decantada pensión por el extranjero, y toda la verdad.

Tienen pres razón que les sobra los concejales; quien no la tiene es Tiburcio al insultar y vejar a diez concejales del Ayuntamiento, es decir, a la inmensa mayoría ya que el total son catorce. ¿No sabe Tiburcio que los concejales representan al pueblo y son pueblo y que los atrevidos que se lanzan en esa forma merecen lo suyo?

Los concejales, como todo el mundo, podrán equivocarse, pero decir así en seco, que los guiaba la pasión del odio, es exagerar, es provocar, es profanar el santuario de la conciencia, es juzgar a los demás con la mezquindad de miras de los hipócratas y los cobardes que hieren por la espalda, entre los que debe hallarse Tiburcio.

No sabemos si a Tiburcio le habrá dado alguna conferencia privada el maestro, ya que no fué capaz de darla públicamente, pero con eso y más que le diese, no hay derecho al insulto y guárdate ¡oh Tiburcio! de que te descubramos, pues llevarás la gran pitada.....

Inspirese Tiburcio en el sentido de los que piensan bien, y vea como fustiga un Besada en su notabilísimo discurso de los juegos florales de Santiago, a la caterva de necios que deprimen y denigran a España, a esos papanatas ignorantes de la historia y de lo que pasa por esos mundos para los que todo lo de fuera es bueno y malo lo de casa. Ocúpese de lo que le importe y no se meta donde nadie lo llama.

Cúidese de cosa de más monta combatiendo los fanatismos imperantes que son la roña que nos corroe y culpa de que nos miren mal (?) en Europa, y nuestros doctos plumíferos nos crean atrasados.

Desengáñese, enmiéndese Tiburcio, y no insulte que es grosería; el imbécil resulta él y el burlado engañado por el vivo del maestro él; el que queda en ridículo él; nosotros estamos en lo cierto al no pasar por tonterías y exigir trabajo verdad al que de eso vive. ¿Pero que se le va a pedir a Tiburcio? Tiburcio es nombre de aldeano, tosco y ordinario acaso le estuviese bien el arado, solo que para vivir sin trabajar, hay muchos que ingresan en cofradías de mendicantes y acaso Tiburcio sea uno de esos, bueno; pues Tiburcio, tosco y ordinario y mendicante, es además provocador e insultante, armas que usan los que no tienen razón, desfigura las cosas a sabiendas, tiene pajos de infalibilidad afirmando, aires de doctor definiendo, y parte de filamento metálico alumbrado, y con todo eso es bastante, ya vé que no nos asusta y ya que es tan güapo que sale a la palestra a romper una caña, tendremos mucho gusto en seguir dándole con los pedazos en las costillas, y ¡¡cosas veredes el Cid que farán fablar las piedras!

LOS FIRMANTES

 

 

 

 

INSTANTÁNEA

LAS PERSONAS DECENTES

No basta que uno diga que lo es, ni que su procedencia es de alta alcurnia, si sus actos estan en contradicción con lo que dice.

La decencia de las personas está en su prudencia en su tacto, y esto se adquiere con una educación esmerada, que es la piedra de toque de todas la cosas.

La más ardua cuestión sertá resuelta entre personas decentes, es decir educadas, de la manera más correcta, porque hay la convicción entre ellas de la buena procedencia, de ser incapaces de hacer nada contrario a las leyes de la educación.

Es así que siendo la educación la base principal y por excelencia, sobre que descansa el edificio social, a eso debemos tender todos, a educar bien a los niños para que la sociedad se modifique y el edificio de mañana sea soberbio.

Se explica que muchas personas por contrariedades de la fortuna, que es veleidosa, vengan a menos; lo que no se explica es que siendo educadas, dejen de ser decentes, puesto que en un palacio, lo mismo que en una bohardilla, se puede tener educación, y conservarla como el mejor don y gala, que nos identifique ante los demás y nos conozcan, sin que nosotros lo digamos.

No hagais caso, pues, de los charlatanes que dicen que tienen tierras en América, muchas tierras, sin haber visitado nunca aquellos países; así tampoco les creais cuando os hablan de su prosapia e ilustre linaje, si sus hechos estan en abierta contradicción con lo que dicen.

D.

 

 

 

DE FIESTAS

Ciertamente que el tiempo no está muy apropósito para pensar en fiestas, siempre ventado y lloviendo como si estuviéramos en Enero ó Febrero. La verdad que con veranos así nos lucimos para atraer forasteros.

Este año aun tenemos una colonia regular entre forasteros e hijos del país residentes en América que vienen á dar una vueltecita por casa, ¡mala suerte han tenido con el tiempo! Lo sentimos por ellos, en cuanto á los veraneantes lo mismo ocurre aquí que en Bayona, así que tienen que conformarse con alguno que otro día pasadero, y los demás en casita que llueve, ¡para el año que viene les daremos sol y calor a todo pasto!

Pero á pesar del mal tiempo, en todos los pueblos habrá sus fiestas, como todos los años, ¿porque aquí no hacerlas, o es que haciéndolas un año, quedamos cansados para media docena?

Nosotros sabemos que unos simpáticos americanos querían que hubiese fiestas y están dispuestos á gastarse unos pesos con mucho gusto; pues ya que la comisión del año pasado, está al parecer cansada, que entregue el mando y que el amable y simpático presidente convoque para resolver.

Si hay créditos á favor ó en contra, allí en esa reunión que se pide puede aclararse y entre unos y otros con tan buenos elementos como aquí concurren llegarse a un arreglo, que algo puede hacerse aunque parezca tarde.

Tiene la palabra la comisión.

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VIAJEROS

En estos últimos días llegaron de Pontevedra las señoritas de Otero.

-De Santiago la señorita Teresita Cao.

-De Madrid y Barcelona doña Peregrina Cabanillas.

Pasarán una temporada entre nosotros, respirando los aires puros del mar, que nos alegraremos les sienten bien.

-De América llegó D. Manuel A. Bares y distinguida familia, y los simpáticos jóvenes D. Ramón y don Salvador Dominguez, que después de larga ausencia, estarán unos meses al lado de los suyos.

Sean todos bienvenidos.

 

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CUENTOS CORTOS

El cura Comballuzier

Sólo dos quintos habíamos sido destinados a mi regimiento: Pitois, un parisiense de la plaza Maub, y yo, campesino sin desbastar.

Pero, en cambio, nos dieron como instructor al cabo Lambertini, un corso capaz de reventar a un batallón de quintos a fuerza de ejercicios violentos y de explosiones de cólera.

Por fortuna, cayó enfermo y le sustituyó el cabo Comballuzier.

¡Excelente hombre! Me parece que le estoy viendo, correctamente plantado, a diez pasos de nosotros, explicando y ejecutando al mismo tiempo el ejercicio; magnífico, imponente, con su nariz enorme, su bigote negro, digno pedestal de la nariz; su barba cuadrada, sólida como los cimientos de una catedral; su frente ancha y serena y sus ojos de un gris perla, que daban aspesto de angélica dulzura.

Cuando pasaba algún jefe y Comballuzier quería mostrarse terrible con nosotros, esforzaba la voz, que tomaba en su nariz las vibraciones del trueno; pero maldito si lograba intimidarnos; sabíamos que era un buen hombrte.

Pasamos al ejercicio de compañía, después al de batallón, y, por fín, fuí nombrado cabo en la misma compañía que que Comballuzier.

En seguida fuí su amigo íntimo.

Le habían educado los hermanos Maristas, que le dedicaban a ser misionero, y ya soñaba él con ser apóstol y predicar la buena nueva a los negros de África, cuando a los diez y siete años, por un capricho inexplicable, sentó plaza en el 102 de linea, sin dejar, por eso, de ir a Misa, cumplir sus deberes religiosos y estar en correspondencia con sus antiguos maestros.

Su primera vocación se revelaba en toda su persona; su capote militar tenía vuelos de sotana: la gorra le caía como un solideo y el batallón entero le llamaba "el cura Comballuzier"

Añadiré que empinaba regularmente el codo y juraba cuando no se veía prontamente obedecido; pero sus juramentos eran: "¡Por vida de un sable de palo!" "¡Así te caigas de sueño!"..

Al cumplir nueve años de servicio, después de haber tomado parte en seis campañas, se retiró. Pasados unos cuantos meses, me escribió que había vuelto al eclesiástico y había recibido las órdenes.

Ya no volvió a escribirme.

El año pasado, al empezar la primavera, formaba yo parte de una Comisión militar de reclutamiento y, al llegar al pueblo de Santa Catalina, me quedé embobado ante unas ruinas de la época galo-romana, acerca de las cuales pedí noticias al alcalde.

-Eso-me dijo-pregúnteselo al cura que, como habla latin y sabe leer en las piedras antiguas, le enterará de todo. Vaya usted sin miedo; al cura Comballuzier le son simpáticos los militares.

¡Comballuzier! Sólo el oirlo me quitó veinticinco años de encima. Minutos después estaba junto a la iglesia y deteniendo a un cura que se disponía a entrar en su casa, un cura de cabellos grises y algo ventrudo.

Se volvió al oirme y vi la nariz en toda su majestad, sin sombra de bigote.

-¿Qué tal, señor cura?

-Bien, gra...¡calla...no...usted..¡Tueres Pascual!

Nos abrazamos como hermanos.

Comimos juntos, servidos por la vieja Madelán, su ama de gobierno, y hablamos del pasado.

Cuanto más miraba y oía al señor cura, más encontraba en él al antiguo camarada; su sotana tenía vuelos de capote militar, el solideo le caía graciosamente a un lado como una gorra de cuartel y mis ojos buscaban en las mangas del cura los galones encarnados. Y cuando me contaba sus proezas religiosas, sus misiones en África, que le habían valido el curato, me parecía notar en sus ojos cierta melancólica nostalgia por el estado militar....

De pronto me desencantó diciendo:

-Has llegado a tiempo. Mañana verás mi gran obra. ¡La procesión de la Virgen!

No había duda; tenía delante un cura.

Pero a continuación men dijo estas palabras:

- Ya verás: penitentes grises, penitentes blancos, hermanas del Rosario, que son las casadas; hijas de María...Hay que tener dotes de mando para manejar estas masas.

Otra vez asomaba el militar....

Nos retiramos a dormir, y, aunque madrugué al dia siguiente, ya encontré levantado al cura...¡no! al coronel Comballuzier dando órdenes a un sin fín de gente, como un general en su tienda de campaña. ¡Qué torbellino! Confieso que yo me hubiera hecho un lío con aquella confusión de penitentes.

Las calles estaban adornadas con colgaduras y arcos de follaje.

A las once terminó la Misa y se ordenó la procesión.

Pero ¡qué procesión! Yo sentía impulsos de aplaudir.

Las cofradías estaban ya "formadas" aparte; a un simple gesto, entraban en linea con un orden admirable; los cirios eran llevados todos con la misma inclinación; las filas eran rigorosamente paralelas; las cabezas marcaban el paso inclinándose todas a un tiempo a un lado o a otro; a todo lo largo de la comitiva se oía el cadencioso rrra...rrra...de las pisadas perfectamente isocrónicas., y aquel piadoso ejército era , en fín, una masa orgánica que, con admirable disciplina, marchaba en orden abierto a la conquista del cielo.

¡Bravo, Comballuzier! Le hubiera condecorado sobre el campo de ...la procesión.

¿Contaré el incidente le perturbó un momento?

Se redujo a que el perrito de Teresa (una hija de María, bonitísima)no pudiendo comprender la seriedad de su ama, después de cuatro saltos inútiles, echa los dientes al blanco velo de la chica, corre con él por una calleja, se hace con él un ovillo y rueda como una pelota de lino, y la chica se detiene, y las que vienen detrás se agrupan y la procesión se corta.

Pero Comballuzier lo había previsto, y, como el jefe que acude al sitio de peligro, alcanza al grupo, y exclama con la voz de otros tiempos:

-¡Rayos y truenos! ¿No veis que Santa Catalina está ya en los quintos infiernos?

MARTIAL MOULIN.

 

 

 

 

MUNICIPALERÍAS

Hállanse los ánimos de nuestros queridos ediles muy excitados.

Los desplantes del Alcalde los trae a mal traer.

El señor feudal con sus imperialismos del tiempo de la nanita nos hace el efecto de un pobre go, si lo comparamos con un insignificante insecto, de una enorme cucurbitácea si se nos ocurre pasmar en cosas jorrajeras...

Las sesiones promenten ser movidas, a no ser que un dedo muy largo señale bien los límites y movimientos del autócrata, y vigerosamente, con un fuerte tirón lo despanzurre haciéndole callar y obrar en consonancia con el sentido común y los deseos de la mayoría.

El gran Canciller no sabemos si a estas horas estará ya desengañado, pero aprenderá a su cuenta, las lecciones le saldrán bien baratillas, y si algún día se le ocurre a los concejales saludarlas...pues tendrá que devolver el dinero, si cobró de más, y ...empezar cuenta nueva.

Loco! ¿que estás diciendo, que lenduaje enrevesado es ese, o lo empleas así para que no lo entiendan?

Puede ser, pero mira el hombre afirmativo, seguro que ya me entendió, preguntárselo al oido y sabreis esas buenas, si es que quiere esteraros...

Por ahora dejaremos esto y vamos á ocuparnos de una parte de la sesión del domingo, la más movida.

-El Sr. Garrido D. Francisco, tiene la palabra, y con frase fácil acertada y feliz, afeó al alcalde su conducta para con la mayoría, que no le merece tal comportamiento y aun siendo todos enemigos personales suyos -que no hay tal cosa,- debía sin excitaciones de nadie, cumplir con su deber y, defender á los concejales atropeyados por en quidan, por hoy desconocido. Pidió que constase en acta el disgusto con que la corporación se había enterado de las frases duras, dsconsideradas, descorteses -por no decir groseras- pero siempre insensatas y atrevidas, que un tal Tiburcio emplea en su escrito publicado en La Integridad periódico católico de Tuy, al ocuparse de una moción presentada por la mayoría de los concejales, no conformes con un voto de gracias que á unos cuantos señores de la Junta local de instrucción primaria se le ocurrió -en mal hora dar al maestro Sotelo por escribir en los papeles.

El alcalde á regañadientes de muy mala gana contestó con evasivas, por lo visto la dignidad de la corporación le importa un bledo.

El Sr. Garrido, creciéndose entonces con toda la razón y el apoyo de sus compañeros, pidió se pasase el escrito de Tiburcio al Sr. Fiscal por si hay materia delictiva, de todos modos bue constase el sentimiento suyo y de la corporación por las ofensas inferidas por el exabrupto del escrito de referencia, hecho, sin duda, sin encomendarse á Dios, y que por tanto no debía ser de persona piadosa.

El alcalde, completamente sólo, abandonado por todos -¡que honor para la familia!- se revuelve en su sillón y no le oímos lo que dice, ¿vamos a escomenzar? No sabemos, pero lo que estaría él desando, era terminar y escapar pronto de aquel lugar de tormento.

Aquí el único ganancioso es Sotelo, bañándose en agua de rosas! y el autor del artículo tomando aguas sulfurosas á todo pasto...mucho pasto y excelente ganado.

TAL-CUAL.

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NOTICIAS

Ha sido pedida la mano de la distinguida y bella señorita Nieves Barros, para nuestro querido amigo Pepe Bolivar.

La boda se celebrará en breve.

 

¿Qué hay de las aceras de la calle de Vicenti? ¿Existe o no un compromiso formal de los vecinos para construirlas? Y si es así ¿a que se espera para empezar?

 

Sabemos que el Sr. Alcalde es el depositario de una cantidad para las obras de un muro de contención en el río del puente del matadero.

¿Que se hace que no se pone manos a la obra?

¿No tiene miedo el Alcalde a que las pesetas se apolillen o se extravíen? Esto sería para él muy triste, porque es el responsable.

Las obras son de urgente necesidad y este es el mejor tiempo para ejecutarlas.

¿A que se espera?

 

Se dice que si el concejal don Francisco Garrido, no ha firmado la moción de los concejales, fué porque lo supo a última hora, estando ya en sesión, pero que de todos modos, conforme con ellos, y abundando en sus ideas, fustigó al Alcalde en ese día, afeándole su conducta y exigiendo constasen en acta los extremos por él defendidos.

Damos la enhorabuena al buen amigo, del que no dudamos discrepe de los suyos, sino que, con fría y serena razón, se pondrá siempre al lado de la verdad y defenderá la justicia.

 

Telegramas de Oviedo dan cuenta de un caso rarísimo ocurrido en el pueblo de Arena.

Molestado el vecindario con el párroco por haber trasladado al coadjutor, acordó no volver a la iglesia, amenazando de muerte a quienes contraviniesen esa disposición. El nuevo coadjutor dijo misa entre guardias civiles. Al salir, el vecindario intentó lincharlo, teniendo que intervenir la guardia civil.

Suponemos que el cura, culpable, habrá escapado, y el que quiera deducir moralejas que se aplique el cuento.

 

Pensamiento

Lo mismo que el calor se difunde por igual entre los cuerpos en contacto, y el agua adquiere el mismo nivel en vasos comunicantes, y un cuerpo electrizado cede parte de su carga a otro en estado neutro; los espíritus frívolos se conciertan, se comunican, se unen, se nivelan, se compenetran, se funden,..., es decir, el diablo los cría y etc.,etc.

 

Para el próximo número artículo sensacional: LA OPINIÓN Y SOTELO, con noticias de Lérida.